El concepto de gestión de calidad eficiente ha cambiado en una sociedad cibernauta cada día más conectada. Y ha cambiado porque también lo hacen las expectativas de calidad de los clientes, que ahora son dinámicas y todos los días evolucionan.
La gestión de calidad eficiente se convierte en el motor de la toma de decisiones y las organizaciones se superan en un mercado que no admite errores ni resolución tardía de problemas.
La buena calidad identifica puntos débiles en diferentes etapas del proceso de producción y los remedia, evitando retiradas de productos, lo cual, sabemos, erosiona rápidamente la imagen de marca de la organización.
¿Cómo conseguir que la gestión de la calidad sea realmente efectiva? Hemos querido proponer un camino asmilándolo a la explosión de un motor de combustión.
Gestión de calidad eficiente en 4 pasos
La excelencia en la calidad no aparece en el primer día de trabajo ni de un momento a otro durante la operación de una organización. Se trata de un proceso que muestra sus resultados paso a paso.
En años recientes se ha acuñado el término «Calidad 4.0» que hace que las organizaciones puedan aprovechar la tecnología para impulsar la excelencia en sus procesos, lo que se refleja en mejor servicio, mejores productos, mayor cumplimiento y un incremento notable de la reputación de la marca.
Como ya lo advertimos, cuatro pasos que replican el proceso de transformación de la energía en un motor, nos ayudarán a alcanzar el objetivo propuesto por la Calidad 4.0:
1. Encender
En esta etapa la organización empieza a asimilar los conceptos básicos de la calidad. En este momento, las industrias, por disimiles que parezcan, enfrentan los mismos desafíos, entre ellos, procesos manuales o desconectados, carencia de un sistema de gestión estructurado, ausencia de auditorías o de seguimiento a las acciones recomendadas en ellas, falta de control de documentación…
Las organizaciones que consideren que están esta etapa de encendido deben enfocar sus esfuerzos en el logro del cumplimiento normativo. En esta etapa, los profesionales de la calidad identifican problemas, realizan mediciones, se centran en el control de documentos, la capacitación de los empleados, la programación y gestión de auditorías, el diseño e implementación de acciones correctivas y todos los esfuerzos tendientes a alcanzar un nivel de calidad superior.
En esencia, el objetivo es iniciar un camino de mejora continua que día a día contribuya a construir la reputación de la marca, y ganarse o recuperar la confianza de los consumidores.
2. Acelerar
El siguiente paso es “acelerar” optimizando procesos e incorporando al sistema a todas las partes interesadas. Digamos que en la primera etapa incorporamos combustible y lubricante, y en esta segunda, hundimos el pie en el acelerador, para comprobar si persisten fallas en la máquina.
La automatización es un elemento clave en esta etapa, al afrontar los problemas que plantea la entrada manual de datos, la falta de tareas estandarizadas, la falta de visibilidad de los problemas y la incapacidad para registrar amenazas de calidad internas o externas.
La automatización permite, además, aprovechar el conocimiento y la experiencia acumulada en la etapa de encendido. Las organizaciones deben entonces decidirse por la solución tecnológica ideal para satisfacer las necesidades del sistema de calidad.
La Gestión de la Calidad eficiente funciona igual que un motor. Aprende cómo se enciende, acelera, expande y transforma esta gestión en ISO9001.
3. Expandir
La consolidación de la cultura de calidad y de la mejora continua son los factores determinantes en esta etapa de la gestión de calidad eficiente. El principal problema puede ser una falta de visibilidad en el desempeño de calidad de los proveedores o las dificultades en la interacción con otros sistemas que podrían seguir operando de forma manual, como la gestión ambiental o de seguridad y salud en el trabajo.
4. Transformar
Al finalizar, la organización ha aceptado sus objetivos de calidad y su compromiso con el requisito de mejora continua. Para este momento, la cultura de calidad alcanza todas las áreas de la organización.
Por supuesto, aún quedan desafíos por superar. Entre ellos, el incorporar los informes del sistema en la toma efectiva de decisiones basadas en el riesgo. Pero también se encuentra en este punto abordar la resistencia en algunas áreas, o en algunos empleados, que consideran que la calidad es un coste innecesario.
Las organizaciones hoy, en el siglo XXI, cuentan con herramientas para llevar la gestión de la calidad hasta un estadio superior caracterizado por la excelencia.
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