Imagina que quieres construir una casa. Tienes el terreno y ahora necesitas saber qué materiales vas a usar, si vas a construir un piso o dos, quiénes van a vivir ahí, etc. No es lo mismo construir para una pareja que inicia su vida que para una familia ya establecida con varios miembros, por ejemplo. Construir en madera es muy distinto a construir con ladrillos y cemento. Es decir, que antes de empezar a construir, vas a tener que hacerte varias preguntas, esbozar un primer plano y trabajar desde ahí.
“Crear un modelo para una pequeña empresa significa planificar, en papel, los fundamentos de tu negocio. Te ayuda, como emprendedor, a dejar de lado la emoción y hacer una evaluación realista del éxito potencial de tu idea de negocio. Un modelo de negocio adecuado te permite a descubrir elementos como tu concepto, es decir qué problema está resolviendo para quién; cómo creará valor para tu cliente; cómo llegará tu producto o servicio a quienes deba llegar; cómo harás que tu negocio se mantenga competitivo; y anticipar los ingresos y los costos”, explica Samantha Garner, directora del Go Forth Institute, institución canadiense dedicada a impulsar a pequeños empresarios.
En resumen, el modelo de negocio es un paso previo al plan de negocios y responde a preguntas relacionadas a los objetivos, al público y a la generación de valor. Es importante porque permite establecer los cimientos de tu emprendimiento, de la misma manera que los planos de una casa lo hacen con sus cimientos. Es la base que va a asegurar que tu casa no se caiga con el primer temblor.
¿De qué hablamos cuando hablamos de “valor”?
Se habla mucho de “generar valor” en el argot del emprendimiento, tanto tradicional como social. Se dice que los negocios “tienen que agregar valor” a sus clientes, más allá de venderles productos o servicios. Este valor puede ser diversas cosas. Para entender el concepto vale la pena hacerse algunas preguntas, que además sirven para ilustrar la particular importancia de esta idea en los emprendimientos sociales.
¿Estamos cumpliendo nuestro propósito social?, ¿resolvemos el problema que nos hemos planteado?, ¿qué obtienen los consumidores de parte de nosotros a cambio de su dinero? ¿Qué obtienen los beneficiarios de nuestro propósito social? Las respuestas a esas preguntas tienen que ver con la idea de que los consumidores han cambiado y ajustado sus expectativas. No solo buscan un producto, sino resolver un problema que tienen.
“No son los zapatos, ni la ropa, ni los celulares, ni el corte de pelo o el manicure. Es el problema que tu cliente busca resolver cuando acude a tu empresa”, acota Carlos Cordero, periodista de El Financiero. Una persona que compra un teléfono celular, no solo compra el aparato, está resolviendo un problema de comunicación y, dependiendo de la marca, puede que también un símbolo de estatus; una persona que va a una peluquería está ahí para cortarse el pelo, pero también puede que sea su lugar de encuentro con amigos o un espacio donde siente que puede relajarse.
Plantear un modelo de negocio es la mejor manera de conocer el valor que tu emprendimiento puede generar, pero ¿sabías que hay por lo menos cinco elementos que te van a servir para crecer una vez establecido? ¿Te gustaría aprender más acerca de los modelos de negocios? Este diploma es para tI: Diploma internacional de negocios y administracion de empresas
Tambien te puede interesar: Conoce los 8 modelos de negocio